"La función por hacer" en el Teatro Central


Era la primera vez que veía la Sala B del Teatro Central dispuesta de forma circular, hecho que multiplica las incertidumbres a la hora de elegir asiento pero que al espectáculo le sentó muy bien. Anécdotas: cuando ya casi todos estamos sentados en nuestras butacas, un señor se sienta en el banco dispuesto en el centro del escenario. El escenario estaba delimitado por el ancho trazo de un cuadrado aunque luego los seis actores se movieron por toda la sala, entre las butacas, por las escaleras, por todos los rincones. Estábamos en que el tipo se sienta en el banco. El público pide silencio. Él extiende los brazos, pide silencio llevándose el índice a los labios. Nos callamos; al momento se levanta y tranquilamente se sienta en una butaca junto a un grupo de amigos. El típico gilipollas pienso, y siento que lo pensamos todos, pero es justo reconocer que eligió bien la obra, sin él saberlo seguramente, porque aquí se trata la confusión entre el hombre, el autor, el actor, la máscara y el personaje.
Segunda anécdota. Como no se dispone muchas veces de forma circular este espacio, no sabemos los peligros que entraña y uno de los espectadores posó su abrigo en el suelo con tan mala suerte de que un foco del suelo lo quemó. Casi salimos ardiendo pero no hubo interrupción sólo un ligero airecillo a plástico quemado.


Y tercero. Como el plan está como está pues los espectáculos ya no tienen programa de mano, sino que reparten unas fotocopias de gramaje generoso y se acabó. No lo veo mal pero no se pueden acabar las fotocopias dejando a los espectadores sin la información básica del espectáculo. En fin, confiando en que los nombres del reparto y demás profesionales esté disponible en la web del Teatro Central, corro para el Diario de Sevilla a escribir la crítica. Sí, en el Diario se escribe la crítica la noche del estreno. Pero la mala suerte me acompaña y en la web del Central sólo aparece el director de la obra, Miguel del Arco, y el resumen. Llamo al Teatro porque sé que aún están allí ya que había coloquio del público -gran idea y que no decaiga- con el equipo de "La función por hacer". Me dejan esperando diez minutos y al final me repiten un reparto en el que sabía que había una sustitución. Le digo al señor que me atiende que Bárbara Lennie no ha actuado esa noche y que me diga el nombre de la sustituta. Imposible, él me repite que le consta que es Bárbara Lennie pero no. Al final no la pongo en la ficha pero no puedo poner a su sustituta que, igual que sus compañeros, está enorme.
Lo que apareció en el Diario finalmente fue esto.

En el vídeo que ahora pego sí, la que aparece es Bárbara Lennie junto a Miguel del Arco.

’La función por hacer’, basada en la obra de Pirandello