Largo viaje hacia la noche

Si se hubiese respetado lo que dejó escrito, "Largo viaje hacia la noche" no se debería haber representado hasta 1978. Eugene O'Neill se quería dar un plazo de 25 años después de su muerte para que se estrenase un drama que había acabado en 1941. ¿Por qué? Porque "Largo viaje..." es una bomba dramática, personal, autobiográfica, que se va comprimiendo hacia el cuarto acto como lo hizo el universo antes del big bang. Hay que tener agallas para retratar a la propia familia con afecto y a la vez rechazando las elecciones vitales y despreciando la conductas morales de sus miembros, a los que ve avocados a la destrucción por los vicios, el egoísmo y el odio. Pero con afecto, casi ternura, al fin. En "Largo viaje...", James Tyrone, es el personaje que asume el carácter del padre de Eugene, James O'Neill, un actor de cierto renombre en EEUU, al que el éxito de uno de sus papeles -que repitió temporada tras temporada- destruye para el teatro. Escribiré más de Eugene O'Neill, mientras, os dejo aquí unos minutos de verdadero arte, es Cristopher Plummer que tras una pequeña introducción, hila varios monólogos del personajes James Tyrone. No está subtitulado pero habla del trabajo, de la pobreza de vivió con su madre, de sus trabajos miserables y por fin su oportunidad en el teatro, su día de gloria en la escena y luego la buena-mala suerte de comprar una obra que le dio mucho dinero. A disfrutar. Ah, la obra se estrenó tras la muerte de Eugene, claro.